Técnicas de respiración, dirigidas a ralentizar el organismo
mediante el control de nuestra respiración. Una de la más utilizadas es la de
expirar fuertemente en un momento de tensión (técnica de respiración mediante
el suspiro) o respirar utilizando toda la capacidad pulmonar (técnica de
respiración profunda). También existen técnicas de respiración dirigidas a
disminuir el ritmo cardíaco (técnica de la hipo ventilación).
Técnicas de relajación, para controlar la aceleración que sufre
nuestro organismo en una situación de estrés. La "relajación progresiva de
Jaeobson" (mediante la tensión-distensión de los músculos) o la
"técnica de entrenamiento autógeno de Schultz" (mediante la sugestión
de peso y calor) son dos buenos ejemplos de técnicas de relajación.
Técnica de "cortar el salami en rodajas", es decir,
dividir el trabajo global en pequeños objetivos y realizarlos uno a uno.
Además, se recomienda efectuar descansos breves entre una tarea y otra (tomarse
un tentempié, ojear el periódico, cerrar los ojos por unos minutos...).
Técnica de la agenda, que consiste en establecer una lista diaria
de todas las actividades que tienes que realizar y ordenarlas según su
prioridad y agrupándolas según sean de un tipo o de otro: casa, oficina, niños,
etcétera. Al final del día se realiza una revisión de los objetivos alcanzados
y se planean las actividades para el día siguiente.
Técnica del "esfuerzo total", que pretende que la persona
se concentre en lo que se está haciendo en cada momento y únicamente en eso,
procurando hacer esa tarea de la mejor manera posible, como si fuera la
actividad más importante del mundo. Para ello, es necesario evitar cualquier
distracción, en forma de llamadas de teléfono, compañeros entrando en el
despacho.