1. Establece prioridades
Todos tenemos prioridades (seamos consientes de ello o
no). Divide las tuyas en tres grupos: esenciales, importantes y triviales.
Realiza las primeras dos e ignora la tercera.
2. Programa las tareas de acuerdo a
tu tipo de eficiencia
Existen dos tipos de personas: Las “aves madrugadoras”
y los “búhos nocturnos”. Las primeras se levantan muy temprano y tienen mucha
energía durante la mañana; las segundas son lo contrario, se acuestan tarde en
la madrugada y de noche sienten que están en su mejor momento. Programa tus
actividades de tal forma que puedas realizarlas en el momento que más energía
tienes.
3. Se realista en tus metas y
escríbelas
La mejor forma de sabotear tu productividad es
plantearte una meta que sabes no alcanzarás con tu actual nivel de rendimiento.
Es vital que te plantees metas que puedas lograr en cortos periodos de tiempo,
así te motivarás más rápido y podrás generar nuevos objetivos de inmediato.
4. Establece tiempo suficiente para
alcanzar tu meta
Roma no se construyó en un día. Establece un periodo
de tiempo razonable para alcanzar tu meta de tal manera que no te sientas
después presionado por que estés alcanzando el tiempo límite sin resultados. Un
buen método es agregar un 25% más al tiempo que tú consideras que es
suficiente, de esa forma, te sentirás genial cuando veas que te toma menos de
lo que pensabas.
5. Piensa a corto plazo
Todos debemos tener metas a largo plazo, pero en la
administración del tiempo, debemos pensar a corto plazo. Si tienes una tarea
que te tomará 10 horas y hoy día tienes 30 minutos libres y mañana 4 horas
libres, ¡úsalas! ¿Quién dijo que tienes que completar esas 10 horas en un solo
día?
6. Visualiza, visualiza, visualiza
Imagina cual será tu resultado deseado una vez que
hayas alcanzado tu meta. Y continúa imaginándolo. Mientras más te imagines a ti
mismo “caminando hacia la meta”, más probable es que lo hagas realmente. Esto
te ayudará a mantenerte enfocado.
7. Analiza las tareas que dejas de
lado
La próxima vez que sientas que no tienes ganas de
hacer nada, analízate a ti mismo. Pregúntate “¿Por qué?”. Luego de ser posible,
haz esa tarea igualmente pero en un ambiente agradable para ti. Recompénsate
luego.
8. Consolida y delega
Es bueno hacer dos actividades al mismo tiempo,
siempre que no interfieran una con otra. Si tienes que hablar con
un vecino y ejercitarte, ve en bicicleta o trotando, no uses el teléfono.
9. Aprende a decir “No”
No te sientas culpable al decirle no a alguien o a una
actividad que te quitará tiempo. La culpa debería estar en decir que sí,
sabiendo la pérdida de productividad que representa.
10. Diviértete tan duro como trabajas
Si no te tomas el tiempo para relajarte y descansar,
no serás capaz de reintegrarte a tus actividades luego. Se honesto con el
tiempo de diversión que justamente te has ganado.
Esperamos que estos Tibs te sirvan. No tienes que
usarlos todos, sólo aplica los que mejor se adapten a tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario